La formación digital disparará la posibilidad de encontrar empleo en los próximos años.
Desde abogados especializados en ciberseguridad hasta expertos en realidad virtual, las nuevas tecnologías marcarán los puestos de trabajo del futuro.
La economía atraviesa una transformación cuyas repercusiones
ya resultan evidentes en el empleo, aunque su alcance irá ampliándose en los
próximos años. A la vez que destruye un buen número de puestos de trabajo, la
digitalización impulsará la creación de empleo en las próximas décadas. Las
necesidades del mercado laboral han iniciado un camino sin retorno hacia el
cambio basado en la fusión de sectores y el impacto de las nuevas tecnologías
en las empresas. También la salud y el bienestar se asoman como uno de los
campos más fértiles en materia de empleo debido al interés creciente por el
cuidado del cuerpo y la mente y la demanda para frenar los efectos de la edad.
El entretenimiento, con sus nuevas formas de ocio, se suma a esta revolución
desde el trampolín de la realidad virtual.
Las previsiones de Randstad, especialista internacional en
recursos humanos, establecen que en el próximo lustro se crearán 1,2 millones de
puestos de trabajo en España vinculados con la ciencia, la informática, las
ingenierías y las matemáticas. Cerca de un quince por ciento de estos empleos
serán indirectos, relacionados con el consumo o la sanidad, pero el resto
estarán relacionados de forma directa con estos saberes, por lo que las
empresas se rifarán a los profesionales que combinen su formación. Estos
futuros trabajadores, especializados en programación y tecnología, serán la
verdadera fuerza motriz de la revolución laboral de los próximos años.
Una de las mayores oportunidades de mercado del futuro se
centrará en el Internet de las cosas (IoT), un concepto que hace referencia a
la interconexión digital de objetos cotidianos con la Red. Los hogares y las
oficinas van directos a la incorporación de sensores que aporten datos y
permitan la interactuación con el objetivo de monitorizar cada detalle, de modo
que harán falta profesionales con conocimientos de lógica, programación y
analítica que sean capaces de sacar partido a estos avances. Resulta un campo
verdaderamente interesante para los ingenieros informáticos cuya formación esté
más actualizada.
La realidad virtual o aumentada es otro nicho de mercado por
explotar. Su uso traspasará el ocio y el entretenimiento para alcanzar sectores
como la educación, con clases online. El conocimiento de desarrollo de
videojuegos, humanidades, sociología y psicología resultará clave para abrirse
camino en este ámbito. La tecnología también será impulsada en la medicina. Ya
se está utilizando la impresión en tres dimensiones para generar órganos
sencillos, como vejigas, y pronto se aplicará para otro tipo de órganos. Las
miles de personas en lista de espera para ser trasplantadas hacen prever que
esta tecnología, que requiere amplios conocimientos médicos pero también
digitales, se consolidará en los próximos años.
Las nuevas tecnologías abren un amplio abanico de retos a
nivel laboral. Desde los abogados especializados en ciberseguridad hasta los
diseñadores de redes neuronales robóticas que darán paso a la inteligencia
artificial, las oportunidades ofrecidas por la digitalización de la vida
moderna resultan inabarcables. Muchos de estos sectores colisionarán con el
déficit de profesionales especializados que España presenta en la actualidad en
estos sectores, en algunos casos aún embrionarios, pero la formación
tecnológica, alimentada por la llegada de nativos digitales, liderará las
opciones para encontrar un puesto de trabajo en los próximos años.
Fuente: sur.es
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