viernes, 17 de marzo de 2017

La formación digital disparará la posibilidad de encontrar empleo en los próximos años.

La formación digital disparará la posibilidad de encontrar empleo en los próximos años.


Desde abogados especializados en ciberseguridad hasta expertos en realidad virtual, las nuevas tecnologías marcarán los puestos de trabajo del futuro.


La economía atraviesa una transformación cuyas repercusiones ya resultan evidentes en el empleo, aunque su alcance irá ampliándose en los próximos años. A la vez que destruye un buen número de puestos de trabajo, la digitalización impulsará la creación de empleo en las próximas décadas. Las necesidades del mercado laboral han iniciado un camino sin retorno hacia el cambio basado en la fusión de sectores y el impacto de las nuevas tecnologías en las empresas. También la salud y el bienestar se asoman como uno de los campos más fértiles en materia de empleo debido al interés creciente por el cuidado del cuerpo y la mente y la demanda para frenar los efectos de la edad. El entretenimiento, con sus nuevas formas de ocio, se suma a esta revolución desde el trampolín de la realidad virtual.
Las previsiones de Randstad, especialista internacional en recursos humanos, establecen que en el próximo lustro se crearán 1,2 millones de puestos de trabajo en España vinculados con la ciencia, la informática, las ingenierías y las matemáticas. Cerca de un quince por ciento de estos empleos serán indirectos, relacionados con el consumo o la sanidad, pero el resto estarán relacionados de forma directa con estos saberes, por lo que las empresas se rifarán a los profesionales que combinen su formación. Estos futuros trabajadores, especializados en programación y tecnología, serán la verdadera fuerza motriz de la revolución laboral de los próximos años.

Una de las mayores oportunidades de mercado del futuro se centrará en el Internet de las cosas (IoT), un concepto que hace referencia a la interconexión digital de objetos cotidianos con la Red. Los hogares y las oficinas van directos a la incorporación de sensores que aporten datos y permitan la interactuación con el objetivo de monitorizar cada detalle, de modo que harán falta profesionales con conocimientos de lógica, programación y analítica que sean capaces de sacar partido a estos avances. Resulta un campo verdaderamente interesante para los ingenieros informáticos cuya formación esté más actualizada.

La realidad virtual o aumentada es otro nicho de mercado por explotar. Su uso traspasará el ocio y el entretenimiento para alcanzar sectores como la educación, con clases online. El conocimiento de desarrollo de videojuegos, humanidades, sociología y psicología resultará clave para abrirse camino en este ámbito. La tecnología también será impulsada en la medicina. Ya se está utilizando la impresión en tres dimensiones para generar órganos sencillos, como vejigas, y pronto se aplicará para otro tipo de órganos. Las miles de personas en lista de espera para ser trasplantadas hacen prever que esta tecnología, que requiere amplios conocimientos médicos pero también digitales, se consolidará en los próximos años.

Las nuevas tecnologías abren un amplio abanico de retos a nivel laboral. Desde los abogados especializados en ciberseguridad hasta los diseñadores de redes neuronales robóticas que darán paso a la inteligencia artificial, las oportunidades ofrecidas por la digitalización de la vida moderna resultan inabarcables. Muchos de estos sectores colisionarán con el déficit de profesionales especializados que España presenta en la actualidad en estos sectores, en algunos casos aún embrionarios, pero la formación tecnológica, alimentada por la llegada de nativos digitales, liderará las opciones para encontrar un puesto de trabajo en los próximos años.

Fuente: sur.es

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